ubicación cercana a la playa, balcón en la habitación, servicio de préstamo de sombrillas para la playa

Las instalaciones son muy antiguas!!! El baño es diminuto y la bañera resulta incómoda. noté que el cambio de toallas no se realiza a diario, lo que podría ser un inconveniente para muchos.

La ubicación del hotel es excelente, justo cerca de la

playa y con fácil acceso a restaurantes y supermercados. A pesar de ser un hotel básico, la limpieza era impecable y la atención del personal, especialmente del Sr. Oleg, fue maravillosa. La comida en el bar del hotel también es muy buena y a buen precio.

La comida era fresca y deliciosa, un verdadero placer.

Una estancia acogedora en Santorini

La atención al cliente fue excepcional. Oleg y Alexandra nos hicieron sentir como en casa. Disfrutamos de las cenas con platos locales, ¡deliciosos! A solo un paso de la playa y cerca del transporte público, lo que facilitó explorar la isla.

El baño era un poco pequeño y noté que las instalaciones se sentían un poco anticuadas. La cama no era la más cómoda, pero no afectó demasiado mi descanso. Las toallas no se cambiaban a diario, aunque al solicitarlas no hubo problema.

La atención del personal es muy amable y cooperativa.

Las instalaciones del hotel se sienten algo anticuadas y la cama no resultó ser muy cómoda. esto puede afectar el descanso. Además, el baño es bastante pequeño, lo que hace que la experiencia en ese aspecto no sea la mejor. A veces el cambio de toallas no se realizaba a diario, aunque si pedías, no había problema.

La ubicación es perfecta, a un minuto de la playa. La habitación tenía un balcón donde disfrutamos de las noches. La media pensión es muy buena, el desayuno es sencillo pero rico, y la cena incluye platos locales que son un deleite. Oleg y el personal son súper amables y siempre listos para ayudar.

La ubicación es excelente, a un minuto de la playa y cerca de restaurantes y supermercados. La atención del Sr. Oleg y del personal es maravillosa, siempre listos para ayudar con recomendaciones para tours. El wifi es gratis y las habitaciones se mantienen muy limpias.

Ha sido absolutamente perfecto.

Disfruté de mis días en un lugar cerca de la playa, donde me relajé y probé la comida local. Utilicé la media pensión, y los platos ofrecían sabores que recordarán a mi Andalucía. La atención fue amable y, al ser un negocio familiar, el ambiente se sentía acogedor. Además, la terraza de la habitación era genial para disfrutar las noches. Kamari tiene buena conexión a otros pueblos, facilitó mis paseos.

Las habitaciones estaban un poco antiguas, y la cama no era muy cómoda. el baño era algo pequeño y el cambio de toallas no se hacía a diario.

Ubicación espectacular, a un paso de la playa y supermercados. Trato increíble del personal, siempre dispuestos a ayudar. Desayuno variado y sabroso. Las habitaciones, bien limpias. Un lugar ideal para disfrutar de Santorini, sin dudas volvería.

El hotel narkissos tiene una ubicación increíble, a solo unos pasos de la playa. La chica de la recepción fue súper amable y atenta todo el tiempo. La habitación estaba limpia y cómoda. Además, ofrece muchas tiendas y restaurantes baratos alrededor, lo que hace la estancia aún más agradable.

lo recomiendo

El hotel Narkissos tiene una ubicación inmejorable, a un paso de la playa de Kamari. Disfrutamos de la hospitalidad del Sr. Oleg, que siempre estuvo dispuesto a ayudarnos con recomendaciones sobre tours. La habitación era acogedora y tenía un balcón perfecto para relajarse al fresco. La media pensión incluía un desayuno sencillo pero satisfactorio, y la cena, un menú con platos locales realmente sabrosos. apreciamos la limpieza diaria de las habitaciones, que se mantuvieron impecables durante nuestra estancia.

El diseño de la bañera resultó un poco incómodo, ya que era algo pequeño, lo que podría ser un inconveniente para algunos. notamos que la variedad en el desayuno podría mejorar. aunque estaba bien por el precio, nos gustaría haber tenido más opciones.

Recomendado para grupos que quieren disfrutar

Desde el primer momento recibimos una cálida bienvenida de Oleg, el dueño, quien nos ofreció su ayuda con recomendaciones locales. La comida era fresca y sabrosa, y la camarera era encantadora, siempre estuvo atenta a nuestras necesidades durante las comidas.

El precio podría ser algo elevado, pero valió la pena.

El hotel es acogedor, pero la cama era un poco incómoda.

Las habitaciones eran limpias, con un balcón perfecto para relajarse al aire libre. La localización está a pocos metros de la playa de Kamari, facilitando el acceso a restaurantes y supermercados.

Las instalaciones son algo antiguas y la cama no resultó del todo cómoda. El baño es un poco pequeño, no se realiza el cambio de toallas a diario, lo que podría mejorar la experiencia general.